Los dulces de Semana Santa son una tradición en la que Alcalá de Henares sobresale. Por las mesas de los alcalaínos pasa una gran variedad de postres que endulzan esa época del año.
Uno de los más emblemáticos son los penitentes, conos de barquillo cubiertos de chocolate y rellenos de crema de almendras. Esta receta tradicional evoca los capirotes que usan los cofrades durante las procesiones.
Otra de las exquisiteces que se encuentran son las torrijas. Estas se hacen utilizando pan, preferentemente del día anterior, que se empapa en leche con canela, se le añade huevo batido y se fríe, para luego espolvorearlo con azúcar.
También están los bartolillos madrileños, empanadillas rellenas de crema pastelera que suelen tomarse calientes, y los buñuelos de viento, elaborados con harina de trigo, manteca y huevos y que suelen rellenarse de crema pastelera, chocolate o nata.
De origen árabe, encontramos también los pestiños, hechos con harina y huevo, que se fríen en aceite de oliva y se bañan en miel.
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de los huevos de Pascua, caracterizados por su variedad de formas y colores, ni de las rosquillas, hechas con toques de limón, naranja, anís…
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